jueves, 18 de marzo de 2010

Little Joy - Unattainable (Session West)

Only when the goal is unattainable
Do I start to feel like I'm losing myself
And this deep secret
that hasn't come out yet
is burried, down deep
with the rest

I can't coarse you into this one
Jealousy lay all your spells to bed
I'll choose long-loved instead

If only songs we're sung
To guide the doubtfull ones
Beyond the rough
where not as much is good enough
Oh if you find yourself
for once a lonely one
I'll be waiting here with open arms

I can't coarse you into this one
Jealousy lay all your spells to bed
I'll choose long-loved instead

miércoles, 3 de marzo de 2010

Tina


Sorprende aquí la lluvia y más cuando se tapan las calles. Intento cruzar casi nadando por riachuelos, algunos de agua-lodo, con un paraguas chino de color verde , pero no lo alzo bien porque el viento parece llevar esta petisa figura. En cuatro minutos, el paraguas se destroza y empiezo a empaparme, me alzo la capucha de la chompa y continúo por la Speedway. Una montaña con nieve en la cima se divisa a lo lejos. “Ella estaba tan de acuerdo con su cuerpo”, recuerdo, “parecería como si apenas acabara de hacer el amor”. Si estaba tan de acuerdo con su cuerpo, es porque conocía exactamente las reacciones que tenía, pero ¿era inconsciente? Su inconsciencia era parte natural de sus actos conscientes, eso se notaba cuando le tomaban fotos como modelo o marchando como militante del partido comunista en México, y fotografiando, es decir exotizando a ese país. Sabía lo que captaba en sus fotos, pero el resultado finalmente era superado por una estética inconsciente, dominada por el cuerpo, a su vez, de los protagonistas de las imágenes. Había posado desnuda para Wenston. Era natural en ella. “Estaba tan de acuerdo con su cuerpo”, recuerdo de nuevo, como si supiera de memoria cada movimiento. Estaba consciente de su respiración y se contorneaba al caminar, no sé si a propósito. Eso es lo que atraía a los hombres, era una bailarina en los pasillos de cualquier edificio, en pleno Paseo de La Reforma, o frente a los trabajos de los muralistas contratados por encargo. Rivera se había bajado del andamio para defenderla luego de la muerte de Julio Antonio Mella. Solo porque era bonita los demás tenían que pintarlo como un crimen pasional. Así su militancia en el partido comunista se había ido al carajo, yo pensaba. No le sirvió de nada ser una militante y artista, peor atractiva. No obstante, seguía acorde con su cuerpo, diferente al de las otras, las corrientes mujeres que la envidiaban. Tina no era de ese tiempo, tampoco de éste, creo que no era de este mundo, ni en Europa ni en Estados Unidos caminando por una Speedway cualquiera.

¿Cómo es alguien que está de acuerdo con su cuerpo? Debería preguntarle a la misma Poniatowska, que es la que escribió aquello, I mean, the soul of Tina was in total agreement with her body. ¿Es esto lo que quiso decir? ¿El cuerpo es lo que se tiene no? Ella, armoniosa, de sentidos afinados, que se erotizan con la minucia sensitiva como el disfrute del toqueteo con lo otro; lo otro que es el viento, la sábana caliente, el agua, la lluvia, otras manos, el médico, el cepillo, el olor de la comida en la nariz. Y más que todo el viaje.

Just to let you know that I fly away everytime that I want without leaving home. I do not leave home cause it rests in my heart. ¿Capicci? Nunca dejaba ningún sitio, su casa estaba adentro, en su útero y corazón, en ese cuerpo tan acorde con sus nervios y sus manos, y las mejillas. Lo que sucede con el blanco y el negro es que congela al tiempo, lo deja en el pasado, lo congela para siempre en un momento que murió. Aquellos de las fotos en blanco y negro están muertos, enterrados, dejaron un legado cualquiera, por lo menos aquella foto, con un aire de daguerrotipo, un poco misterioso. Dan miedo ver algunas fotografías, todos ellos están muertos, pero de alguna forma sobreviven cuando se mira esas imágenes. A la Tina la resucitan todos los días, hasta de muerta cautiva. La cautiva exiliada. Pisamos los países de nuestros muertos, sí existe la reencarnación.

Las fotos se mojan, se humedecen, se avejentan, se me desparrama el café sobre ellas, pero ese fantasma sigue pintado, quizá yo muera, seguirá siendo un fantasma aunque ya no pueda pensar en él. Si yo no pienso en Tina, nadie más lo hará. ¿Alguien más pensará en Tina como yo pienso en ella? Los hombres pensarán en ella de otra forma. Homoerotismo, se siente placer solo de ver sus fotos. La perspectiva cambia esta ciudad viéndola desde sus montañas, y dentro de un carro, otro tanto más. Nadie más camina alrededor, de hecho nadie camina en la mayoría de ciudades de este país. Pienso que cuando se camina se piensa en otras cosas. En un auto, ya me hubiera chocado sumida en las cumbres blancas de una montaña en un seudo invierno que deja estragos febriles al mediodía. Es el desierto y los pensamientos se perderán en la inmensidad del cielo. Como semidiosa la veo. Pavonéandose inconscientemente en un tiempo no propio, inexacto, incorrecto. No es justo el tiempo para todos, no vivimos para siempre y eso es lo peor de todo.