martes, 27 de marzo de 2007

La movida underground en el Ecuador : Una imagen estética que une diversidad de movimientos

Durante la última década, el movimiento underground musical del Ecuador, que abarca géneros como: rock y metal (death, thrash, heavy, doom, gótico, sinfónico, power, progresivo, etc.), punk, grind, noise, hip hop, grunge, entre otros, de cierta forma continúa siendo un grupo reducido que aún concurre a conciertos artesanales realizados por los mismos seguidores de estos estilos; sin embargo, se ha producido un “avance” muy importante en los últimos cuatro años.
Hoy en día, lo underground se traduce como una imagen estética especialmente concebida para el ámbito de las artes: no solo música, sino cine, fotografía, pintura, artesanía, etc.
Los escenarios principales del movimiento underground en el Ecuador están en Quito, Guayaquil, Riobamba y Ambato, ciudades que tienen a su vez representantes que trabajan juntos en organización, promoción y conciertos.

Mediante esta corriente estética se han logrado juntar seguidores de géneros musicales que han caracterizado tanto al sur y al norte de Quito (la capital del Ecuador), el metal y el punk, respectivamente, y ahora conviven en un ambiente de tolerancia porque comparten gustos musicales e ideologías de vida. No sucede así en el resto de provincias del país, ya que este “fenómeno sociológico de racionalización del término underground”, como dice Valeria Molina, periodista investigadora del rock, es recurrente en las grandes urbes debido al factor de marginalidad en la que están inmersos ciertos lugares de la ciudad, desde donde han provenido miles de adeptos a las corrientes musicales consideradas underground.

Con respecto a la capital, el sur es, desde hace un par de décadas atrás, el sector donde viven los “metaleros”, especialmente cerca de la Concha Acústica (Villaflora); este es un grupo vinculado a problemas sociales como la migración y la marginación. La manifestación del “metalero” tiene mucho de protesta y de expresiones radicales ante el mundo. Por otro lado, el norte se identifica con la “marginalidad” del punk, de barrios periféricos a la ciudad: la Roldós, Atucucho, Comité del Pueblo, etc.; los punkies constituyen un movimiento mucho más violento que el de los “metaleros”, porque los primeros son más radicales y algunos, incluso, han sido relacionados con bandas delincuenciales.
Por mucho tiempo, especialmente durante la década de los noventa, tanto punkies como “metaleros” no compartían un espacio de tolerancia, a pesar de ser tribus urbanas con una postura estética definida que tienen en común el aprecio por la música. Sin embargo, a partir del año 2001, la escena musical ha vivido un cambio progresivo, ya que los dos grupos han empezado a compartir espacios de convivencia, tanto en Quito (norte y sur) como en Guayaquil (seguidores del punk y la new school, que pertenecen a diferentes estratos sociales). Lo mismo sucede con los seguidores del hip hop, un movimiento que cada día posee más seguidores, asimismo, de todo nivel social y cultural.
Hasta hoy en día –para conservar además el sello undeground- se realizan conciertos pequeños y muy íntimos de jóvenes seguidores de géneros como el black metal y el gótico. Pero, el “sello underground” ya no remite a que los chicos viven en una situación marginal, al contrario, ellos se caracterizan por provenir de distintos estratos sociales que comparten la misma ideología estética en cuanto a la música.

Por otro lado, muchos representantes de los géneros considerados “under” han logrado trascender hacia lo comercial, han grabado discos y han tenido resonancia internacional: Ente (Brutal Death) , Blaze (Heavy), Falc (Heavy), 38 que no juega (Hip Hop), Tzantza Matanza (Hip hop), El retrono de Exxon Valdez (Punk), pero este “avance” no significa que ellos han dejado de tener su postura estética identificada con lo underground y lo alternativo.

De acuerdo a estudios realizados por estudiantes de música (Onírica), el género con mayor cantidad de seguidores en el país es el heavy metal, seguido del rock and roll de los años sesenta y con escasa diferencia, el power metal y el heavy sinfónico. Pero también existen las fusiones entre cada estilo, que hace que una persona tenga más de una tendencia como su preferida. Es común que muchos de los seguidores afirmen tener una gran afinidad con la música clásica, o el jazz y blues. Por lo que, incluso, los adeptos de cada género ya no se encasillan en su tendencia sino que aprecian los demás estilos musicales. Esto nos remite a la versatilidad de los gustos musicales de los jóvenes seguidores de lo underground hoy en día.

En la actualidad, los adeptos a estos géneros “under” conviven como una familia unida por el gusto hacia las estas manifestaciones, por lo que este término ha llegado convertirse, sobre todo, en una posición estética, donde tienen espacio jóvenes de todo nivel social y cultural, y mujeres, ya que antes solo se tenía una mínima concurrencia de ellas en los conciertos. Lo “under” , además, ahora está en la mira de productores musicales pequeños y medianos, no así de grandes empresas de producción de espectáculos que prefieren no arriesgar su dinero y optar por lo que resulta aún comercial en el Ecuador: el pop y sus representantes tanto nacionales como extranjeros.

El movimiento underground está "saliendo de la oscuridad" mediante la difusión y apoyo por parte de gente que aprecia sus géneros musicales, y que ve en ellos algo creativo e innovador que merece ser dado a conocer a un público que no ha tenido la oportunidad de percibirlos. “La expresión estética se ha separado del conflicto social y los vínculos de unión se han fortalecido a través de lo estético”, concluye Valeria.

Finalmente, con la llegada del Quitofest, el festival de música independiente más importante del Ecuador desde 2003, se ha dado un paso importante para la difusión de música underground, además se ha conseguido un lugar de convivencia de chicos amantes del metal, el rock, el hip hop, la música electrónica experimental, etc. El Quitofest es una gran oportunidad para que lo “under” siga consolidándose gracias al interés y al trabajo de gente, empresarios y conocedores de la producción –y ya no artesanal- de conciertos.

2 comentarios:

DanielAjoy dijo...

Hola gato negro. Este gatito es para ti:

Gatito

yo estoy aquí

Paola Calahorrano dijo...

Gracias por el gato negro, estoy cómoda al saber que me acompana otro felino más. Bueno gusto con la peli de Michel Gondry...