Sin duda alguna, Matchpoint supera los parámetros cinematógraficos que han encasillado al estadounidense Woody Allen en el marco del tema intelectual y humorístico, pues su último filme, fuera de sus estereotipos entre los alterados personajes, psiquiatras, mujeres y relaciones de pareja, trata de manera exquisita y muy cautelosa el tema de la suerte. Y dentro de este interesante contexto, el lado siniestro y muy humano de su personaje central: Christian Wilton (Jonathan Rhys Meyers, el apuesto de Velvet Goldmine, claro siempre encarnado en personajes psicológicamente "conmovibles"), un tenista irlándes de clase baja, una especie de Bel Ami británico, que por avatares y la “leche” de la vida logra escalar hacia la élite inglesa a través de la relación con la hija de un empresario multimillonario que termina en matrimonio.
Por supuesto, Christian no es un personaje plano -y lo logra excelentemente Rhys Meyers-, así con una tranquila ambición que lo lleva a ser uno de los directivos de las empresas del padre de Chloe, su dulce esposa, y llega a obtener muchas ganancias, lo que lo conduce al punto de “eliminar cualquier obstáculo” para no perder lo que casi no le ha costado obtener.
A eso es lo que precisamente se denomina “leche”, aunque Chris tenga que convertirse en una suerte de Talentoso Señor Ripley.“Recuerda, cuando lances una pelota, esta podría cruzar al otro lado de la red, por un azar puede que no y que esta no pase de la red y rebote de nuevo hacia ti”. Así es la suerte, lo que no se puede explicar a través de la ciencia o la lógica, lo que viene y va, lo que rebota, lo que se queda o pasa por nuestras manos.
Pero ahí está la piedra en el zapato de Chris, su ex concuñada, Nola Rice, encarnada por la rubia Scarlet Johanson, más que una beldad, la sexualidad que despierta los instintos masculinos de Chris, quien evidentemente se mantiene junto a Chloe por su dinero. Pues Johanson nos lanza una exquisita carnada que nos ata a la película por el papel que representa: Nola es sexo, sexo sin tapujos; es una mujer temperamental, talentosa y fuerte, lo que a la vez mantiene enganchado a Wilton.
Así las cosas, Chris se ve en medio de estas dos mujeres distintas pero que le proporcionan lo que necesita para salvaguardar su existencia: placer y dinero. Aunque mantiene durante un prolongado tiempo su affaire con Nola, llega lo inesperado, un golpe de mala suerte: el embarazo de Nola, el punto de quiebre de su suertuda vida y para lo cual maquina alguna solución que le permita “no hacer escándalo” ni perder a su familia ni a su dinero, es decir la posición social a la que se ha acostumbrado. !Qué mala racha para su esposa! Quien buscaba justamente un hijo con Chris y el cual se demora en llegar.
Así es la vida, el que no quiere ni busca la consigue y el que quiere, no, pues el tener suerte, como refleja este largometraje, no es cuestión de trabajo ni de constancia, es el azar de la pelota lanzada, o pasa o no pasa y si pasa, pues pasó, así es la suerte.“Me quedé embarazada sin buscarlo porque ese hijo fue realmente hecho con pasión, y tu esposa, nada, ya que hacerlo con ella resulta muy mecánico y programado”, le decía Nola a Chris presionándolo para que solucione las cosas para bien: que deje a su esposa para vivir junto a ella y al hijo que están esperando.
Sin embargo, Christian, en medio de esta situación y con un temperamento que lo lleva lejos de ser un hombre común, y por ende un personaje plano, a elaborar el asesinato de Nola, en un día -de igual forma muy común- de su ejecutiva vida. Embustero y en una seguidilla de mentiras hacia su esposa y amante, lo mejor que puede hacer es “eliminar dicho obstáculo” que representa su amante embarazada. Aquella tarde sube a su apartamento y primero mata a la octogenaria vecina para fingir un asalto de drogas y luego sorprende a la hora de llegada de Nola para dispararle con una escopeta que solía usar el padre de Chloe para cazar perdices.
Y así es capaz de cometer un triple homicidio, porque tampoco hay que olvidarse del hijo que Nola llevaba en su vientre, con el objeto de no perder “la pelota lanzada que le proporcionó la leche de su cómoda y envidiable vida”.Para proseguir con la suerte de Chris, la Policía halla el diario de Nola donde se describe claramente la relación que ellos mantenían a escondidas, y aunque Chris se halle ahora entre la espada y la pared y sea uno de los potenciales sospechosos de la muerte de su amante, la pelota, que resulta ser el anillo de la anciana muerta, es lanzada por él mismo a su favor, ya que no cae en el río Támesis cuando Chris intenta desaparecerlo, si no que coincidencialmente es encontrado por un traficante de drogas con historial delincuencial, ¿es esto suerte acaso?; ahora Chris podría ser absuelto del caso...Un final, acompañado de “leche” para el protagonista, que al parecer se verá beneficiado exactamente por el anillo que no logró pasar la red hacia el río.
Matchpoint o “la leche de la vida” de Christian, a pesar de tres personas a las que convierte en fantasmas para conservar el equilibrio de una existencia que a la larga le resultó fácil de conseguir pero difícil de conservar.
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