viernes, 26 de diciembre de 2008

EEUU: hallan a novena víctima del 'Papá Noel' que abrió fuego en California


Para lo que quedó la imagen bonachona del viejito pascuero de la Coca Cola de mediados de s. XX...
Publicado el 26/Diciembre/2008 14:57
LOS ANGELES.- La policía de Los Angeles (California, oeste) informó que hoy halló otro muerto en la casa de un apacible suburbio donde un hombre disfrazado de Papá Noel perpetró una matanza --cuyo saldo sube ahora a nueve víctimas-- poco antes de la medianoche de Navidad.
El cuerpo de una novena víctima fue encontrado el viernes en la mañana en los restos de la casa donde la Nochebuena del 24 de diciembre --mientras se celebraba una fiesta con 25 invitados-- Bruce Pardo, de 45 años, tocó a la puerta disfrazado de Papá Noél, disparó con un arma, luego lanzó un artefacto incendiario y poco después se suicidó, dijo la policía del condado de Los Angeles.
La urbanización de Covina, clase media trabajadora, seguía el viernes conmocionada al saber que Pardo se vistió de Papá Noel, fue a la casa de sus ex suegros y apenas le abrieron la puerta empezó a disparar.
Pardo había pasado recientemente por un amargo proceso de divorcio, y su ex esposa -con quien estuvo casado dos años- fue una de las víctimas, indicaron fuentes policiales que aún no tienen elementos clave para determinar la razón que lo llevó a abrir fuego contra toda una familia en la cena de Nochebuena.
Se trataba de un ingeniero aeroespacial desempleado sin prontuario criminal ni historial de violencia en su vida personal, dijo la policía. Los amigos de la iglesia católica a la que acudía regularmente expresaron su impresión."Era el tipo más buena gente", dijo Jan Detanna, que trabajaba con él como asistente de los sacerdotes en la iglesia Holy Redeemer de este suburbio a 37 km de Los Angeles."Siempre tenía una sonrisa. Es impactante. Es conmocionante para cualquiera que lo conoció en la iglesia", recalcó Detanna al diario Whittier Daily News.
Los amigos de las víctimas que estaban en la casa la noche del miércoles al jueves describieron a Pardo como un "cobarde"."Cómo saber que una persona, un cobarde, podría traer tanto dolor y devastación a una familia", dijo Rosa Ordaz, amiga de la familia tiroteada.
La policía dijo que Pardo tocó la puerta de la casa de los padres de su ex esposa poco antes de la medianoche del 24 de diciembre, cuando unas 25 personas estaban celebrando la Navidad.
Una niña de ocho años que abrió la puerta recibió un disparo en la cara por parte de Pardo disfrazado de Papá Noel. Luego el hombre entró y abrió fuego con una pistola semi automática.
Varios invitados salieron corriendo a través de otras puertas e incluso por las ventanas, y entonces Pardo prendió fuego a la vivienda con un extraño artefacto casero, tras lo cual escapó.
El cuerpo del asesino fue hallado el jueves en la mañana con un disparo que según la policía fue autoinfligido pocas horas después de haber perpetrado la masacre. Pardo, dijo la policía, se dio un disparo en la cabeza en la casa de su hermano en Sylmar, a 40 km de Covina.
La policía recibió varias llamadas de emergencia alertando lo que estaba pasando, pero cuando los agentes llegaron la casa estaba incendiándose y los demás invitados habían escapado.
Dos niñas, incluyendo la pequeña de ocho año que abrió la puerta, se encuentran hospitalizadas con heridas de bala. Otra joven de 13 años está siendo atendida por heridas pero su vida no corre peligro. (AFP)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Cosas de hombres

Nos vimos tres o cuatro veces
por toda la ciudad.
Una noche en el bar del Oro
me decidí atacar.

Tú me dijiste diecinueve
no quise desconfiar
pero es que ni mucho ni poco
no vi de dónde agarrar.

Y nos metimos en el coche
mi amigo, tu amiga,
tú y yo
te dije nena dame un beso
tú contestaste que no.
Empezamos mal y yo
creía que este era un buen plan.

Aquella noche fue un desastre
no me comí un colin
estas son solo un par de estrechas
nos fuimos a dormir.

Pero la fuerza del destino
nos hizo repetir,
dos cines y un par de conciertos
y empezamos a salir.

No se esa cara tan rara
un ojo aqui un diente alla
o el cuerpecillo de gitana
mujer a medio terminar.

Y nos metimos en el coche
mi amigo, tu amiga
tú y yo
te dije nena dame un beso
tú contestaste que no.
Empezamos mal y yo
creía que este era un buen plan.

Y desde entonces hasta ahora
el juego del amor
nos tuvo tres años jugando
luego nos separó.

Pero la fuerza del destino
nos hizo repetir
que si el invierno viene frío
quiero estar junto a ti.


Yo creí que Ana Torroja era gay, no lesbiana, debo confesarlo. Talvez por la más sencilla deducción debido a la ambiguedad estética que la española llevaba marcada en los ochenta. Ni siquiera sabía que se llamaba Ana cuando la vi en la TV. En fin. “Ella me vio y se acercó, el flechazo fue instantáneo y cayó entre mis brazos”…se lo dedicaba a las mujeres... como si decirle gay a fuerza de su pelo corto y su aire viril fuese un entuerto con todo y las acertadas notas de su muy femenina voz. Más fácil digerir la figura de un hombre frágil, del hombre maricón, que la de un marimacho…en vez de vilipendio el referirme como gay acerca de Ana Torroja quizá fue lo políticamente correcto en un mundo falocéntrico, que trata de invisibilizar a las mujeres, más aun a las lesbianas y peor a las trans masculinas.





En absoluto que Ana Torroja sea gay o lesbiana, así lo ratificó de alguna manera con su matrimonio y su hija, pero sí que supo de lesbiana disfrazarse al encarnar un personaje virilizado como protagonista de las historias en las canciones de Mecano. Claro, es que Torroja cantaba las canciones de Nacho Cano, tal cual las escribía, y así la percibimos andrógina multicolor, anoréxica y hasta fea por el aparente escaso estrógeno que hacía de sus facciones más bien toscas. No así ahora que ya no tiene la imagen de un niño sino de una señora, por cierto muy sensual, así ella transgredió su estética y quién sabe hasta sus preferencias sexuales. Cada uno tiene su propia historia.

Más simple es pensar que cualquier individu@ (lo escribo así para destacar su ambigüedad sexual) cuya estética de género es confusa sea “gay” que pensar que se trate de una mujer que dice que es hombre. Es más sencillo. Las trans masculinas, al contrario del espectáculo de los travestis, son invisibles. Es más “bonito” trasgredir los rasgos de un hombre a la delicada estética femenina que engrosar la voz, desarrollar vello y ensanchar la espalda; es digno de un show, para eso están los drag queens, pero un trans masculino jamás irá a la pasarela a exhibir el resultado de la transgresión sexual menos aceptada: ya que son hombres sin pene y el hombre sin pene simplemente no es hombre porque la masculinidad se ha reducido al falo, como si el rol de macho fuese solo sexual.


Ayer en la Flacso, en el foro "Cosas de hombres, trans masculinos y activismo político en el Ecuador", escuché a Nael Condel, un chileno trans. Más fácil para él vivir en Chile que en Ecuador, pensé yo. Pero eligió fajarse esta sociedad. Nael tiene su novia y esta lo aceptó, es decir aceptó que Nael “no tuviera pene”. La historia de Nael, como de tantos otros trans masculinos, fue descubrirse como hombre en un cuerpo incorrecto por lo que optó por un tratamiento hormonal a base de testosterona para transgredir. Los resultados son realmente mágicos y si la estética es parte de la esencia de la imagen del género pues Nael consiguió incluso ser un hombre apuesto. “Este soy yo, soy más bien un hombre tradicional, mi novia y yo somos unas pareja hetero”, refirió. Y entre risas lo que más le agrada de ser trans es no preocuparse por la disfunción eréctil o por el tamaño del miembro, ¡además de tener la comodidad de orinar sentado!

Coli Fernández, trans masculino, también fue confundido por gay. Lo acusaron de rozarle a una compañera de trabajo con su presunto órgano masculino. “Yo no tengo pene”, había confesando ante la denuncia, “Te equivocas”. Así fue como salió de la invisibilidad en su ambiente laboral, pero asimismo lo despidieron “porque el trabajo que desempeñaba era para hombres”, hombres con pene quiero decir.

Ni Coli ni Nael quieren tener hijos como muchas otras personas que no los desean. Son seres comunes y corrientes solo que no tienen pene y talvez eso sea lo de menos. No se sienten hombres, son hombres, dicen. No son lesbianas ni se cobijan en la imagen de Ana Torroja. Al fin y al cabo Ana fue un personaje construido que deambuló en una ambigüedad sexual no develada, al menos al público. Ella solo acudió al truqueo. Desnudas todas tienen vagina y eso no quiere decir que sean mujeres. He dicho.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Fargo (Trailer)

Debo confesar que de los hermanos Coen solo había visto No Country for Old Men. Recién vi Fargo, esta también cuenta con esa sutileza fílmica libre de efectos especiales de las películas de acción y rica en situaciones caricaturezcas y humor negro...en el frío de Dakota y en el espíritu pueblerino de los gringos que creen que su territorio no va más allá de sus narices...

domingo, 9 de noviembre de 2008

El placer radica en la desesperación

¿Qué es lo más importante: una felicidad mediocre o un sufrimiento enaltecedor? es lo que se plantea el protagonista de una de las obras representativas de Fedor Dostoiesvki junto a las posteriores Crimen y Castigo, Los endemoniados y El jugador. Memorias del subsuelo aglutina la esencia de este autor ruso, en cuyas páginas imprime una búsqueda de la libertad como corolario de la vida en medio de la tragedia del propio literato. Se trata de una novela corta narrada por un personaje anónimo, representante de un existencialismo que desde el punto de vista del posterior filósofo rumano Emil Ciorán, tal cual la ideología del narrador, la forma de crecer del ser humano es a través del dolor y hasta de cierta forma la maldad. Esta última entendida no como la antítesis del bien sino como la enajenación de parámetros morales que le impiden al humano convertirse en lo que realmente es, la propuesta nietszcheana del Ecce Homo.

Memorias del subsuelo se compone de dos partes: "La Ratonera", un monólogo del personaje anónimo frustrado dirigiéndose a su público. Este narrador es en condición voluntaria un lumpen marginal, que en sus fluidos de conciencia planea venganzas contra una sociedad en la que no calza. La segunda parte es el relato de un acontecimiento de su juventud, en torno a Zvérkov, uno de sus antiguos compañeros de escuela, que se suicida, y acerca de su historia con una prostituta.

La clave de los deleites para este antihéroe radica en la desesperación ya que no existe ninguna otra escapatoria en la el estado de angustia del ser. Él observa al humano desde un ángulo en el que concluye que quienes son “fuera de lo común” son personas auténticas, con quienes se identifica, desde su “ratonera”, su refugio sucio y putrefacto en donde se abandona con una rabia venenosa. Para él, la base del goce está en la infelicidad, en el asilamiento en una pocilga. Contrario al sibarita, el hombre que concibe el narrador es un pobre diablo que busca una “autonomía” y en quien el deseo es el mecanismo primigenio de aprehensión por sobre la razón aunque tenga que sufrir de privaciones materiales y desmotivación espiritual. El pequeño Nietszche que ha dibujado Dostoievski es clave para comprender a Raskolnikov y así adueñarnos de la psiconarración de personajes existenciales que se apartan de la racionalidad de su tiempo y de la razón en sí misma para buscar su individualidad, sus fantasías, su imaginario…

“El hombre jamás dejará de amar los padecimientos, el caos y la ruina. El padecimiento es la sola razón de la conciencia”, dice… “O paladín hundido en el barro hasta la cabeza: ya no soportaba los términos medios. Esa era la razón de la situación en que me encontraba. Cuando me hundía en el barro pensaba en el paladín y de esa forma me contentaba. Un ser humano común debe avergonzarse si se mancha; pero un paladín está demasiado lejos, para que el barro lo alcance y por eso puede ensuciarse todo lo que quiera”…Así percibe el mundo de quien se purifica a través del sufrimiento y debe llegar a convertirse en lo que es, ya que el hombre ha nacido muerto, de padres muertos, y pronto nacerá de las ideas.

Dostoievski nos presenta un personaje que pende de un hilo cuyo incierto futuro es ya trivial no así sus fluidos filosóficos de conciencia que lo exorcizan; al final, el autor concluye: “Las memorias de este hombre contradictorio no terminaron acá. No pudo con su genio y siguió escribiendo. Pero pensamos que con esto es suficiente…”.
(Publicado en Diario HOY el 8 de noviembre de 2008)

miércoles, 8 de octubre de 2008

Magnolia -- Wise Up (Aimee Mann)

It's not
What you thought
When you first began it
You got
What you want
Now you can hardly stand it though,
By now you know
It's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up

You're sure
There's a cure
And you have finally found it
You think
One drink
Will shrink you 'til you're underground
And living down
But it's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up

Prepare a list of what you need
Before you sign away the deed
'Cause it's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up
No, it's not going to stop
'Til you wise up
No, it's not going to stop
So just...give up

domingo, 28 de septiembre de 2008

Jaguares: una ceremonia pasional

Como cambia la piel/, transforma los espacios, la ideas/ destruye la estructura y la memoria/ se vuelve una bestia incontrolable /ausente de destinos victimistas…Con ‘Alquimista’ de su último disco, 45, la banda de rock mexicano Jaguares arrancó con su ceremonia ante más de 3500 almas en el Ágora de la Casa de la Cultura, en Quito, la noche del jueves.
El “sacerdote”, Saúl Hernández, trasmitió en dos horas aquella pasión indeleble que lo ha acompañado desde sus primeros años en Caifanes, en un ritual en el que el público coreó el repertorio, que se inició con las canciones de 45, para continuar con El Equilibrio del Jaguar, Cuando la sangre galopa, Bajo el azul de tu misterio, Crónicas de un laberinto y que finalizó con los temas legendarios de Caifanes.
El ritual, como han sido calificados los conciertos de Jaguares en distintos países, convocó a una audiencia heterogénea que supo captar el feeling espiritual de la energía del grupo cuyo nombre fue tomado de un sueño de Hernández en el que se veía tocando en el hocico de un jaguar. Y es que este representa un nagual de poder de la cultura maya.
“El disco se llama 45 porque hay 45 millones de pobres en México”, afirmó Hernández, así como “para salir de este dolor es necesario tu riesgo”. Cada palabra del músico caló hondo en quienes acudieron al recital. Era la primera vez que pudieron ver en vivo a Saúl, para corroborar que luego de su enfermedad en la garganta, su “gurú” aún conserva la virtuosidad de su voz aunque con mucho esfuerzo. Pero nada empañó la pasión a flor de piel que dio a luz este encuentro de “rock arqueológico”, ni siquiera las fallas en el sonido sumadas a la mala acústica del recinto, el que faltó poco para llenarse. Hubo algo más importante en el performance casi “religioso”, la comunión con los dioses a través de la música de Jaguares. Y de esto dio cuenta el propio Hernández: “Después de cada ritual se hace un sacrificio, ahora está su corazón en este escenario…”, expresó.
Con la bandera del Ecuador y junto al guitarrista César “El Vampiro López”, el bajista Marco Rentería y el baterista Alfonso André, Hernández saludó a las ciudades del país: Cuenca, Guayaquil, Ambato, Latacunga, entregándose de alguna forma a la historia latinoamericana que une al Ecuador con México. Y mucho sentimiento se evidenció en la audiencia al apoderarse ella de la música de Jaguares a través de las líricas de amor de ‘La célula que explota’ o aquellas en la que está implícita la búsqueda de la libertad como ‘Nubes’. “Esta canción debió haber nacido aquí, en las nubes de Quito”, dijo Saúl.
Los ánimos de los presentes se caldearon aun más cuando, luego de despedirse, la banda regresó al escenario para poner sobre el tapete los éxitos de Caifanes. Todos corearon aquellas “rolas” cortavenas que solo un “sacerdote” como Hernández logró escribir en la historia del rock latinoamericano. El ritual finalizó con un sentimiento de alegría mediante ‘La negra Tomasa’ con la que miles de fans bailaron. Esto fue Jaguares, pasión pura.


Saúl Hernández y mi persona

Opiniones del público

“Impresionante el concierto. Realmente fue un ritual en el que destaco la profundidad de sus letras y el trabajo que hace Jaguares. Es uno de los mejores que he visto”, aseguró Carolina Páez, de 27 años.
“Excelente recital, a pesar de las fallas técnicas de sonido y de la voz que de Hernández que al final tuvo problemas. Sin embargo lo principal es la furia con la que tocaron”, aseveró Andrés Vásquez, de 31 años.
“Jaguares me gusta desde que soy pelada, soñaba con que este grupo venga algún día al país. No importa que para Saúl haya pasado ya mucho tiempo y se le nota, no obstante puede cantar todavía con mucha pasión”, afirmó Andrea Utreras, de 26 años.
(Nota completa. Publicado en Diario HOY el 27 de septiembre de 2008)

domingo, 7 de septiembre de 2008

Jaguares o el "rock arqueológico"

Alguna vez escuché que Jaguares, la banda de rock latino que visitará Quito, había creado el género denominado como "rock arqueológico". Y tiene sentido, pues Jaguares, partiendo de su nombre acoge toda una filosofía enlazada a los ancestros latinoamericanos, especialmente mexicanos. La agrupación, si bien es cierto, nació como un experimento luego de la disolución de la banda de rock mexicano más importante de los ochenta, Caifanes. Alfonso André, el baterista del grupo, en relación a “rock arqueológico”, dijo a Show Factory que quizá los denominaron así ya que a los integrantes de Jaguares les apasiona su pasado prehispánico. “Desgraciadamente sentimos que se está tratando de olvidar y en lugar de abrazarlo y protegerlo, cada vez queremos ser más como los gringos, menos latinoamericanos. Tenemos unas raíces valiosísimas, profundísimas que ya quisieran los estadounidenses”.

Esta esencia muy particular y pionera en la escena roquera mexicana tuvo sus primeras manifestaciones con Caifanes, que definitivamente es a México lo que Soda Stereo es a Argentina o lo que The Doors es a Estados Unidos. Representa un hito comercial y una estética tanto musical como lírica. Fue una especie de panacea espiritual que exorcizó el contexto musical latino proporcionándole un enfoque profundo, que explora el lado más sensible del ser humano.


Saúl Hernández, hoy con 44 años, fue el elegido para soñar con el nagual del jaguar, un animal considerado sumamente poderoso en la cultura maya. Él soñó que junto a Alfonso André y César “El Vampiro” López, conocido por haber sido parte de Maná y Azul Violeta, tocaba en el hocico de un jaguar. De acuerdo con los mayas, el jaguar es la representación de la luz en la oscuridad y el que conoce los misterios de la noche, como se escucha en la letra de ‘Dime jaguar:’ “Dime jaguar como llegar hasta el final, dime jaguar como mirar en la oscuridad. Sigue sudando frío el terciopelo de tus sueños hundidos en el olvido se perdieron tus instintos una vena se abre en el horizonte de tus días…”. Y es que Saúl ante todo es un poeta, un escritor innato que explora en sus inicios la búsqueda de un lado maternal como se evidencia en algunas de sus composiciones. La imagen de la mujer, como la del amor, está implícita en casi todas sus creaciones, con lo que desnuda muchas de sus vivencias y dolores. En esa latente tristeza a la vez que la fortaleza espiritual de sus composiciones, el cáncer a la garganta debió haber sido una prueba de fuego para el vocalista, quien tuvo que empezar de cero para recuperar el nivel al que había llegado. Según André, los problemas de salud de Hernández se pusieron de manifiesto en la gira de primer disco, El equilibrio del jaguar, en 1997. “A raíz de esto tuvo múltiples operaciones. Su problema radicaba en un tumor que tenía en sus cuerdas vocales. Se le iba mucho la voz, tenía problemas con los tonos agudos pero ahora ya está bien. Mejoró increíblemente con el tratamiento”, aseguró.

Con el espíritu etéreo de Hernández, Jaguares sin lugar a dudas se ha transformado en un ícono latinoamericano; Saúl es un artista explícitamente influenciado por el realismo mágico literario, un mundo de sueños y una profundidad que se sienten a flor de piel, sobre todo en sus recitales.




‘El Equilibrio’ Parte I
Voy en camino mi estado original,

Cuando el venado baila alrededor del fuego
Y logra cruzar el cielo
Suele purificarse un alma raptada
Por el maldito viento de una miserable rata.

Cuando el núcleo escupió a los cielos
Llovieron meses de horribles especies
Plagando la tierra de demonios sonrientes
Gestando falsas caras de inocentes víctimas.

El equilibrio empieza a dar su luz
Cuando arriba en la montaña
Baila un guerrero noches enteras.

Las falsas víctimas lloran por regresar al infierno
Me olvido del odio, me olvido del mandril
Me lamo las heridas y duermo por días.
Me acuesto en el centro del punto de partiday miro mi rumbo, y miro el espacio,
Despacio se va el viento, despacio se va el día
No quiero perder el instinto
Que me guiará a recuperar
Nuestro estado original.
(Saúl Hernández)

Es por esto que los conciertos que brindan Jaguares llegan a ser una especie de ceremonia o ritual de comunión con los dioses de los antepasados latinoamericanos. “El público es el que hace del concierto un ritual, siempre hay una bola de energía muy particular, no sé cómo pasa pero esta energía se ha repetido en muchos países. Es una interacción entre la banda, la gente y la música. Esperamos que en Ecuador se dé esta magia”, indicó André. Por otro lado, el logo de Jaguares representa un cazador o guerrero, es una pintura rupestre encontrada en la Cueva de la Malinche, en Veracruz, México, en sus imágenes siempre tratan de retomar símbolos prehispánicos mayas o aztecas.

En relación a su último disco, 45, André contó que para grabarlo entraron al estudio con la idea de no repetir trabajos precedentes. “Nos metimos al estudio para hacer algo distinto a lo que hemos hecho. A este disco lo sentimos con mucha energía y garra, los otros discos eran más elaborados o más pulidos, con menos disposición, menos entraña; este es pura furia, nos habla de que el grupo sigue vivo con ganas de hacer muchas cosas”, afirmó. Lo lograron después de estar tres años alejados de los estudios debido al cambio de disquera.

Jaguares simplemente llega a la víscera de la audiencia. Hernández creó unas composiciones sumamente bellas líricamente en las que se nota una gran pasión por el retorno a la tierra, la búsqueda de la libertad y el regreso a las raíces del ser humano. No solo es el lugar común del amor al que la mayoría de artes toman como referencia sino la condición espiritual del hombre y su relación con su historia. Así, lo latino y los acordes fuertes del rock se unen, para conformar con originalidad lo que Jaguares representa. “Podrá sonar la música muy ruda y muy rocanrolera pero el corazón latino lo tenemos”, concluyó el baterista. (Nota realizada especialmente para Show Factory http://www.showfactory.com.ec )

domingo, 31 de agosto de 2008

"Mi habilidad es ser capaz de captar toda la energía y el tiempo y la pasión que se requiere para hacer una película"


De la exposición de afiches cinematográficos del ecuatoriano James (Jaime) Verdesoto realizada en Quito, en el Centro Cultural Itchimbía, hablaré de dos pósteres; en principio por mi afición a tales películas y por el logrado diseño de cada uno de ellos. Verdesoto afirmó que antes de rayar un afiche se obsesiona con dicho trabajo y se empapa de la trayectoria artística de los directores de los largometrajes con los cuales debe elaborar el material publicitario, que vendría a ser un elemento más en comparación incluso con los recursos cinematográficos como la banda sonora o el mismo guión de la cinta. Por esta razón creo que el afiche constituiría uno de los elementos esenciales de la película, en este se conjuga la propaganda del filme con su esteticismo individual; así, el póster se transforma en una obra de arte pop.

Es innegable que el rostro de Emanuelle Seigner acapara la atención con la claridad que imprime en la parte superior del papel, que se equilibra con la posterior, oscura, donde se observa a quien representa a Jean Michell Beauvy, en la película de Julian Schnabel. Los principios básicos del diseño se ponen de manifiesto así como la estructura, la línea recta, la simpleza de la ubicación del texto, el principio de los espacios en blanco. Todo remite a la sobriedad, la clave del diseño norteamericano y sobre todo vendedor porque es digerible. Y esa simpleza en la cual se puede leer: “I can imagine anything, anyone, anywhere” evoca la libertad, explotada por el director de la cinta mediante la obra del personaje principal y varios referentes más. Ya que puse sobre el tapete a Emanuelle Seigner, acabo de descubrir su trabajo con Ultra Orange, una agrupación alternativa indie que se unió a Seigner para elaborar una parte de la banda sonora de La escafandra y la mariposa.












Por otra parte tenemos a My Blueberry Nights, el último filme de Wong Kar Wai. Esta preciosa obra es una alabanza a los sentidos del espectador. En su afiche, Verdesoto utiliza tonos muy brillantes, luces, los mismos elementos fotográficos que usa el director hongkonés. Con tres caras femeninas expectantes y luces intermitentes en el centro está omnipresente la búsqueda de cada una de ellas. La ubicación del texto es quizá menos convencional sin escaparse de los principios básicos del diseño porque de todas formas es parte de la secuencia visual de quien admira este trabajo. Como una roadmovie, los letreros de las carreteras, las avenidas y las luces de los carros en la noche son claramente divisados. Esto se conjuga con los ganchos de marketing del texto: “From the director of In the Mood for Love”, y Norah Jones y Natalie Portman como personajes famosos del largometraje.











El ecuatoriano James Verdesoto llegó a la Gran Manzana a raíz de la migración de sus padres a los Estados Unidos. No obstante, Verdesoto creció en la Nueva York del Museo de Arte Moderno y Parsons, The New School for Design, con influencias de la estética de Andy Warhol, Material Girl de Madonna, la fotografía de Francesco Scabullo de Gia Carangi, Studio 54 y los desfiles de moda de principios de los ochenta. Rayar un póster no significa tentativamente vender una película sino reseñarla en imágenes e incluso hacer una crítica de ella. “Yo diría que mi habilidad es ser capaz de captar toda la energía y el tiempo y la pasión que se requiere para hacer una película, y obtener esta pequeña imagen representativa colgando en sus paredes para siempre, sin que te empalagues de verla, porque no se trata solamente de vender entradas, sino de capturar la estética del filme y de representarla”, dijo Verdesoto en una entrevista que le hizo Pablo Cuvi para la revista Diners.
Entre los afiches más reconocidos de este ecuatoriano se encuentran los de Pulp Fiction, The English Patient, The Piano, Before Night Falls, Snatch, I shot Andy Warhol, etc.

jueves, 21 de agosto de 2008

A Tribute to Vivienne Westwood

Vivienne Westwood, sí la misma que le diseñó el vestido a Carrie en Sex and the City, fue la Nancy Spungen de la moda. Explorenla ustedes mismos.

domingo, 10 de agosto de 2008

El esteticismo cinematográfico de Misfits, según Jerry Only


Los desadaptados u outsiders, cuyo nombre fue tomado de Misfits, la película protagonizada por el mito americano Marilyn Monroe y dirigida por John Huston en 1961, visitan Ecuador después de tres décadas de trayectoria punkie. La agrupación proviene de New Jersey, en Estados Unidos, en donde se convirtió en el referente de punk más comercial e importante. Oír a Misfits es enfocarse en dos marcadas épocas, la primera con Glen Danzig (desde 1977 hasta 1983) y la segunda a partir de su reagrupación (en 1995) en la que el músico Jerry Only toma las riendas del grupo hasta la actualidad.

Misfits, y que no quepa la menor duda, es una banda trascendental para la escena del punk, tanto así que no solamente constituye una agrupación de acordes simples y agresivos, a los que se refiere Only cuando se le pregunta de qué manera piensa que Misfits ha influenciado a los grupos actuales de este género, sino que Misfits ha trazado un camino con la estética suficiente para que -con solo mirarlos en el escenario sin tocar- el público se halle ante un performance teatral, cuya esencia parte de las películas de terror en blanco y negro. Por eso, Misfits es el fiel representante del horror punk. Esta estética de acuerdo con Only “ha sido fácil plasmar” en la música ya que el cine de terror “es una forma de arte atemporal”, digamos que por el legado clásico que este ha heredado en el séptimo arte.

Varios críticos, por otro lado, han manifestado que la esencia del punk radica básicamente en una estética contemporánea que sobresale en las sociedades industrializadas. Según Only, el punk podría ser una estética y mucho más ya que este género “sería de todo para una infinidad de personas”, es decir anarquía, irreverencia, vestimenta, arte, una forma de ser, e incluso de hablar, y es allí por lo que cree que funciona; no obstante es indiscutible que Misfits primigeniamente se expresa de forma contestataria con una imagen disímil a los grupos de punk de finales de los setenta, estando más cerca a un filme de terror en el que los papeles estelares podrían estar representados por los zombies de El regreso de los muertos vivientes. Es más, la influencia del séptimo arte forma parte de la apreciación artística de la agrupación. Jerry Only dice que entre sus películas favoritas de terror en blanco y negro se encuentran Drácula, Frankestein, El Hombre Lobo, La noche de los muertos vivientes; así como la literatura y la pintura malditas.



Cuando se le pregunta acerca de la diva de los años cincuenta Marilyn Monroe, cuyo nombre sobresale en la canción de Misfits “Quién mató a Marilyn”, el músico se refiere a ella como un ícono cuya trágica muerte resulta apropiado reivindicar razón por la que “Who killed Marilyn” por su naturaleza atacaría a una sociedad tapada y ladina. A través de esta simbología, Misfits evoca su actitud contestataria ante los elementos y situaciones tradicionales del contexto que nos norma, que también está reflejada en la famosa “American Psycho”: “Inside a wall street mind a psycho lurks, Lines of cocaine cut in hell, Obsessive hands gently grab your neck, Compulsively youll die... I hate people”.

Only afirma que la herencia de Misfits está guardada con cada nuevo paso que dan y que crecen con todo lo que han hecho. “Sabemos quiénes somos; es lo queremos, lo necesitamos y lo tomaremos siempre”, concluye el artista prometiendo un concierto en Ecuador que estará a la altura de la excelencia de su música y estética digna de las clásicas películas de terror.
(Este artículo lo escribí especialmente para la página web de Showfactory www.showfactory.com.ec)

martes, 5 de agosto de 2008

El cuerpo de Carlos Pulla

…podía comer con suerte alguna cosa suculenta a eso de las tres de la tarde. Nada parecido, claro está, a un encocado de pescado o una cazuela allá en Flor de Bastión. Esas delicias son pedazos felices de mi niñez que ya más nunca regresarán, quizá solo lo hagan en sueños, que es lo único de valor que llevo en mi talego de la existencia, muy pesado, pero aun posible de cargar. Buenos Aires era todo y nada, era también parte de mi talego desde los 13 años, cuando me di cuenta de que me atraía el cuerpo masculino y su exquisito miembro viril, más que cualquier plato de comida. Esa tal vez sea la razón para haber migrado a Argentina a ver machos altos y de ojos gatos, y una bola de discoteca que me inspira todavía grandes microfonazos al frente del Estero Salado. De todas formas podría ahora pensar que Buenos Aires no fue nada, que me comió entera y absorbió mi tristeza dejándome vacía, para ella misma convertirse en una ciudad abúlica, despiadada, la loca de la discoteca América.

Las delicias de Buenos Aires que ahora extraño son la mermelada de pomelo, las facturas de las panaderías de la Nueve de Julio y unas plataformas que abandoné en el cuarto de Héctor antes de decidir venirme a Mar del Plata, además de las viejas de buen talante que se paseaban comprando libros en el parque de Flores, que parecían moverse al ritmo de los Pibes Chorros. La vida acá es más barata y casi nadie me conoce. Baires estaba plagada de chavones malos y sucios, por lo menos ahora me he zafado de algunos viejos traveros.

Detesto las merluzas de 80 centavos de peso, son horribles, querida, son horribles, pero no hay para mejor alimento, no me queda más que comer la mierda de la mierda, claro para ajustar el bolsillo y poder conseguir un buen champú y makeup. Prefiero que Héctor me vea hecha una escoba a verme transformada en un espantapájaros. Le he llorado para que cambie esa actitud que tiene conmigo, pero lo amo y no puedo botarlo; te puedo asegurar que además de cualquier manera lo protejo de los putos que se le acerque con cualquier intención sean o no sean sus clientes. ¡Ah!, es que Héctor es vendedor ambulante. Vende medias de todo tipo y color, especialmente aquellas deportivas que yo usaba con pupos cuando me gustaba jugar fútbol, ¿lo recuerdas? ¿tendría unos 10 años? …Hectorín recorre de cabo a rabo la ciudad, lo que en un buen día solía garantizar que comiéramos una Patty. Ahora ya no comemos juntos y por eso lo extraño, pero a veces me hace daño. Lucho por él y yo misma debo admitir que no valora todo este esfuerzo.

Trabajo en el corazón de La Perla, en la llamada Ciudad Feliz. Ojalá este lugar hiciera honor a su nombre; los que habitamos en ella estamos tras un poco de su supuesta dicha, de la cadencia de la olas del mar, pese al horror que guarda el Río de la Plata en esa dictadura de la que todo el mundo habla, no obstante creo que el mundo sin dictadura es igual de triste y egoísta que se reconstruye con el sexo. Decían que lanzaron cuerpos vivos desde avionetas a este río, que monstruosidad; por esto lo respeto más, porque huele a muerte, lo contrario del sexo. El sexo es lo que mueve el mundo, es la panacea de la cotidianidad y el principio de la felicidad del ser humano. Por eso estoy acá aunque tenga nostalgia de mi país, pero prefiero no ver a mis hermanos tratando de ocultar tener lazos de consaguinidad conmigo. Tú fuiste la única buena y por eso puedo decir que sí te extraño. Mariana, te pido que no saludes a nadie de mi parte.

Otro sueño que es parte de mi talego es la operación que te conté en la última carta. Cuesta un dineral y con esta carestía creo que no pasará de ser un dulce sueño, yo trabajo exclusivamente para sobrevivir. Le doy un poco de plata a Héctor, pero sabes que vendiendo medias no le alcanza. Es que es para que no se vuelva loco, sin sus gustitos él no puede llevar las cosas en paz conmigo, yo quiero verlo bien y de buen genio.

Aquí me llaman La Ecuatoriana, no Jessica, para identificarme dicen. Puedo afirmar que me ha ido bien hasta ahora, claro que he tenido que arreglármelas para obtener el dinero justo cuando no he conseguido clientes, haciendo chauchas aquí y allá en diferentes fábricas, pero en cuanto tenga más plata te la mando directo a ti, sé que necesitan en la casa para poner un techito nuevo.

Te escribiré pronto
Tu hijo Carlos
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Jésica, la paria ecuatoriana
(Tomado de Página 12)

La travesti hallada descuartizada en Mar del Plata se llamaba Jésica y le decían La Ecuatoriana. Paraba en La Perla y tenía un novio que, según los investigadores, es parte principal en las hipótesis. Sus compañeras dicen que la golpeaba. Esta es su historia.

Por Emilio Ruchansky

No tenía casa, ni amistades, ni ocupación fija. La travesti descuartizada el fin de semana pasado era una perfecta paria. Se llamaba Jésica y en la parada del barrio La Perla, una zona roja tradicional de Mar del Plata, la habían apodado con su gentilicio, La Ecuatoriana. Hacía cuatro años que merodeaba la Ciudad Feliz con la depresión a cuestas: su chongo la golpeaba, pero ella lo amaba y no podía dejarlo. Los dos tomaban cocaína en exceso y Jésica La Ecuatoriana robaba para proveer a la pareja. Se iba a la parada, levantaba clientes y después los “ripeaba”, como dicen las travestis. Ayer, el fiscal del caso aseguró que de estos datos surgen sus dos líneas de investigación. El asesino puede ser el novio o un cliente que quiso vengarse.

“Jésica vivía llorando”, recordó Camila Schneider, una travesti que para hace 10 años en la esquina de 9 de Julio y 20 de Septiembre, pleno corazón de La Perla. “Venía desnuda a trabajar, era un escándalo. Andaba así por la vida, la echaban de todos los hoteles y no tenía dónde dormir. Un día hasta me pidió alojamiento para ella y para su chongo. Yo la aconsejaba, todas le decíamos lo mismo: que se separe, que trabaje para ella y no para él”, comentó Schneider en diálogo con PáginaI12. Más de una vez, agregó, la vieron a las piñas con su novio en la playa y “después se metían desnudos al mar, salían y terminaban cogiendo en la playa”.

Hace cinco años que las travestis que emigraron a Mar del Plata, en su mayoría peruanas, coparon La Perla, un barrio ubicado entre el centro de Mar del Plata y la zona bolichera de Constitución. Jésica La Ecuatoriana tenía muy mala fama porque no respetaba ningún código. Tenía 27 años y aunque la aconsejaban hasta las señoras prostitutas de 50, había enloquecido de amor. “Su novio venía a la parada a buscarla y le pegaba adelante de nosotros, es un enfermo de la cocaína y de la noche”, aseguró Camila, que más de una vez recibió la queja de algún cliente suyo que estuvo con Jésica y se quedó sin celular o sin billetera. “Jodete, fijate con quién salís”, les respondía.

Su mala fama llegaba hasta la otra gran parada marplatense, sobre la avenida Luro, entre Independencia y San Juan. Allí, Mara Cambarelli, del Grupo Transparencia Marplatense (GTM), repitió lo mismo que le dijo a la policía anoche: “Vivía cerca de la terminal de micros, tenía problemas con su pareja, las drogas y el alcohol, y además robaba”. Esta dirigente trans aseguró que Jésica La Ecuatoriana andaba sin documentos, como muchas de las chicas que vienen de otros países. Los investigadores del caso informaron que tenía antecedentes delictivos por robos y hurtos, por lo que no descartaban que el crimen fuese un “ajuste de cuentas”.

El fiscal a cargo, Mariano Moyano, contó que anoche él y varios agentes de la Comisión Interdisciplinaria abocada al caso buscaban recabar testimonios de otras travestis de La Perla “con la dificultad que esto implica”. La comisión, integrada por la Departamental de Investigaciones, la policía distrital y personal de distintas comisarías, recorrió las paradas para dar con los datos del chongo o averiguar dónde estuvo la víctima las horas previas al asesinato. Su cuerpo, seccionado con un cuchillo y repartido en bolsas de consorcio, apareció el domingo temprano frente a la parrilla en San Carlos, un barrio humilde en las cercanía del puerto.

Ayer, luego de la autopsia, se disiparon muchas de las fábulas que rodearon al caso. Entre otras, la supuesta ausencia del pene, que fue desmentida por los investigadores, que insistieron con que el cuerpo estaba “entero”. También se supo que Jésica La Ecuatoriana tenía un orificio en el talón, se sospecha que por allí le habrían puesto un gancho para colgarla como una res y cortarla. Murió horas antes de que la encontraran, tras recibir un golpe y dos cuchillazos que la dejaron inconsciente y ser degollada aún con vida. Después el o los asesinos la cortaron en seis partes. Dentro de la bolsa había un par de guantes quirúrgicos y una bombacha, anudada al brazo de la víctima. Sus genitales fueron triturados, y todavía no se sabe si la violaron. Nadie, por ahora, reclamó sus restos.

martes, 22 de julio de 2008

The Greatest (Cat Power)



Once I wanted to be the greatest
No wind or waterfall could stop me
And then came the rush of the flood
The stars at night turned you to dust
Melt me down
To big black armour
Leave no trace
Of grace
Just in your honor
Lower me down
That corporate slob
Make a watch
For a space in town
For the lack of the drugs
My faith had been sleeping
Lower me down
In the end
Secure the grounds
For the later parade

Once I wanted to be the greatest
Two faced, sad little rock
When things I couldn't explain
Any feelings
Lower me down
In the end
Secure the grounds
For the lack of the drugs
My faith had been sleeping
For the later parade

Once I wanted to be the greatest
No wind or water fall could stop me
And then came the rush of the flood
The stars at night turned you to dust

viernes, 4 de julio de 2008

Bette Davis Eyes

La deliciosa Bette Davis a propósito de la Hayworth...

domingo, 29 de junio de 2008

En las manos de Rita Hayworth


Her hair is Harlow gold,
Her lips sweet surprise
Her hands are never cold
She's got Bette Davis eyes
She'll turn her music on
You won't have to think twice
She's pure as New York snow
She got Bette Davis eyes
And she'll tease you
She'll unease you
All the better just to please you
She's precocious
And she knows just what it
Takes to make a pro blush
She got Greta Garbo Stand off sighs,
she's got Bette Davis eyes

She'll let you take her home
It whets her appetite
She'll lay you on her throne
She got Bette Davis eyes
She'll take a tumble on you
Roll you like you were dice
Until you come out blue
She's got Bette Davis eyes
She'll expose you
When she snows you
Off your feet with the crumbs she throws you
She's ferocious
And she knows just what it
Takes to make a pro blush
All the boys Think she's a spy,
she's got Bette Davis eyes
And she'll tease you
She'll unease you
All the better just to please you
She's precocious
And she knows just what it
Takes to make a pro blush
All the boys
Think she's a spy,
she's got Bette Davis eyes


Cuando miré a Rita Hayworth no pude entender por qué pronunció aquella frase de “Todos los hombres se acuestan con Gilda pero se levantan conmigo”. La imagen que observé se trataba de una foto muy antigua, claro, de los años treinta supuse. Dudaba que esta diva en su vida cotidiana fuera tan aburrida, como varios hombres la describieron, entre ellos, Orson Welles. La comparé con María Félix y sus cinco matrimonios. Hablé varias veces de esta última como una gran noticia para mí. Cinco matrimonios, pensé, y para empezar solamente uno siento que la decisión cerebralmente caótica del ser humano es superada por la intensidad del corazón. No concibo vivir cinco veces esta misma emoción. Es inhumano, digno de las actrices del cine negro.
Las dos estrellas se casaron varias veces, deseadas fervientemente por varios hombres debido a su inigualable belleza que realmente hechizaba. Muchos hombres quieren a una mujer bonita a su lado y mientras menos moleste, mejor, pero, ahí viene el pero, la mujer siempre “molesta”, es la piedra en el zapato de la racionalidad masculina, es el detalle absurdo que prepara unas lágrimas quizá hormonales y muchos dolores de cabeza premenstruales.

Hayworth, no Gilda, bailaba en su inocencia, irradiaba sexualidad en sus papeles, no obstante en la vida real se guardaba para sí misma. No lo podía creer. Si fue realmente así, qué actriz tan excelente, qué dotes histriónicos, qué talento. Más talento que la propia Monroe, diva por antonomasia, la primera y quizá la última. Monroe fue más parecida a Gilda, no necesitaba el talento para representar, era ella misma en la pantalla. Rubio platinado y polvos Coty, imagino, con fragancia de Channel n. 5 o Balenciaga Dix, abrigos y estolas de Mink, por eso los caballeros las prefieren rubias. Este tipo de rubia, esta actriz, mitad vampiresa mitad niña, no es tonta, es más irracional, por lo tanto más sexual. Hacer el amor con una mujer histérica siempre es más interesante, se entrega salvajemente al acto por el impulso desnudo de su visceralidad. Miller tenía razón. Asimismo, entre otras cosas, fantasea con tener una cintura de avispa o con algún accesorio Louis Vuitton porque los abrigos de Mink ya no están de moda. Detalles estéticos, emociones amorosas, belleza y pasión.



Femme fatales, creadas o no creadas, auténticas o falsas, el mundo se mueve alrededor de la seducción de una mujer, lo hace girar en sus manos, lo enamora, lo envuelve y lo destruye, con o sin alevosía. Así de fácil. Siendo como podría ser la mujer, el mundo actual la obliga a competir con el hombre y a volverse racional, dejando de lado sus arquetipos de Afrodita, Hera y Atenea. Reclamen, mujeres sus derechos, no son ni lo uno ni lo otro, olvidándose de que representan el esteticismo, el amor y la intuición de la naturaleza, no la tontería que el feminismo enfoca en el papel de la mujer decimonónica. Que me maten las feministas andróginas y lesbianas, y las que no lo son también. Sí podemos competir con el hombre, pero sin olvidarnos de nuestro papel primigenio. Podemos optar por no ser madres, pero no creo que esta decisión sea del todo natural. Podría pensar como Charles Darwin o estar a la par del Génesis y hasta afirmar que la mujer en efecto sí es la costilla del hombre, yo diría que es su corazón, lo más grandioso que puede poseer.

Todas, absolutamente todas, somos parte de la quintaesencia del magma ardiente del universo, en nuestras manos está el amor de la creación. Somos divas o cuasi divas y sentimentales, una forma de ser ahora inferiorizada. El amor per se ha pasado a segundo plano, bajo la sombra de la estructura cerebral del tiempo actual.

Agustín Lara, un hombre más bien desengañado, amó entrañablemente a “La Doña”, María Félix; con su fealdad fue considerado uno de los rompecorazones más sobresalientes de su época, un verdadero playboy. El don de la palabra funcionó con él, la diversión de su léxico racional, la exactitud de su verborrea que empañaba totalmente la lacra del teléfono que tenía en su rostro. ¿A qué mujer le perdonaban este tipo de cicatrices? Quizá un parafílico lo pudo haber hecho, con afición por las lacras o alguna clase de deformidad, digno de un personaje de Crash. El estereotipo de la Bella y la Bestia existe, la mujer bonita progresa, así como el carisma y la galantería de un hombre. Es simple. Como ponerlos juntos a la Monroe y Vaughan, el personaje lleno de lacras que David Cronenberg llevó a la pantalla con gran acierto.

¿Qué tal ver una Elizabeth Arquette con medias de red y muletas? No suena tentador pero en manos de Cronenberg su belleza lasciva se conjuga, como una sinfonía, con las proyecciones de parafilias y desviaciones con precisión y estética. Aun así, Arquette no deja de ser hermosa, la rubia femme fatale. Las historias de Cronenberg son como aliens en medio del la linealidad de las tramas de Hollywood, incluso del cine independiente. Están destinadas a un público exigente.

No me cuesta hablar de la mujer como si fuese Ana Karenina o Madame Bovary, siempre en aras del amor, deseada y hasta lejos de esa racionalidad, con la que a fuerza del mundo contemporáneo la mujer quiere progresar. Indudablemente el feminismo fue un salvaje retroceso. Lo que pesa es el amor, los mil y un títulos de las intelectuales se quemarán en la chimenea de la casa de uno de sus sobrinos nietos en el año 2025 pero su pasión jamás será efímera, y la pasión es universalmente muy femenina.


martes, 20 de mayo de 2008

La escafandra y la mariposa, una oda a la libertad

¿Qué nos separa de la irrealidad, de la prestidigitación, de un mundo de ensoñación? La carne, la materia, lo mundano. Finalmente el cuerpo, como en la Edad Media, podría ser una aberración que nos desvía de nuestras verdaderas intenciones y pensamientos, por el hecho de que una idea se filtre por los procesos químicos de las neuronas y el resultado no sea el símil de aquella idea primigenia. La idea se convierte en palabras, y la palabra es el disfraz de un pensamiento, una falacia a la que se refería Nietzche, que nos desconecta de lo que realmente hay detrás del lenguaje.

El hombre usa un lenguaje para comunicarse, pero desde ese punto ya no es del todo libre, se puede ser más libre solo en la libertad del pensamiento y en la genialidad de las creaciones de la imaginación. El cineasta Julian Schnabel apuesta por la mariposa que representa el vuelo de la libertad de la ensoñación en su última película, La escafandra y la mariposa, ganadora al premio como Mejor Director del Festival de Cannes en 2007, una de las mejores obras fílmicas de los últimos años, no tanto por la grandilocuencia del tema, sino por la hipersensibilidad que el director utiliza para llevar a la pantalla grande un libro que se enmarca dentro de la literatura francesa contemporánea

El cuerpo humano, ese conjunto de venas y humores, puede de pronto transformarse en una cárcel, en una celda monstruosa, que a su vez podría dar pie a la libertad imaginada, construida con un pasado, amoldada a un presente, con el peligro de desvanecerse en el futuro. En la muerte. Je veux mourir…¿esto es la vida?, piensa para sí mismo Jean Dominique Bauby, protagonista del filme, el ex director en jefe de la revista Elle, luego de sufrir un ataque cerebrovascular que lo conduce al estado del síndrome de cautiverio. Está irremediablemente atrapado en su propio cuerpo, tiene conciencia del mundo exterior, entiende, procesa ideas normalmente, pero no puede moverse ni hablar. Completamente paralizado, lo único que le es útil para comunicarse es su ojo izquierdo: un parpadeo para decir sí y dos para decir no.

La forma cómo está construida la película nos lleva a un recorrido por la introspección de Bauby. Desde su enfoque nos muestra su mundo exteriormente silente no obstante caótico. Bauby tiene mucho qué decir aunque ahora esté en una silla de ruedas, lo bañen como a un bebé como él cuenta, o le tengan que limpiar cada tanto la saliva que cae desde sus labios paralizados, tiene mucho qué expresar porque también ha nacido implícita la figura de la mariposa como contraposición de la escafandra que no lo deja ni respirar con libertad.

A Julian Schnabel se lo había conocido por dos obras cargadas de una sabia sensibilidad, Basquiat, la exaltación del pintor del grafiti neoyorquino, Jean Michel Basquiat, y otra biografía acerca del escritor cubano Fernando Arenas en Antes de que anochezca. Ha sabido acertar al escoger los actores de sus obras, un ejemplo claro lo fue Javier Bardem, quien ha fungido en sus papeles, entre otros, de un escritor que muere de sida o un asesino a sueldo, ahora con Mathieu Amalric (que encarna a Jean Do), no tan conocido en el ámbito del séptimo arte a escala de América, aunque tuvo papeles secundarios en Munich y María Antonieta. Emmanuelle Seigner, en el filme la ex esposa de Jean Do, es otra de las famosas caras que no se habían admirado desde hace mucho tiempo, una mimada francesa multifacética y esposa de Roman Polanski, magistral en Lunas de hiel, enigmática de La novena puerta y maternal en la cinta de Schnabel.



A través de experimentos de cámara, Schnabel consigue trasmitir al público un ambiente intimista, sobre todo muy humano, la idea de represión que es simbolizada en la figura de la escafandra. Bauby tiene que aprender a comunicarse y aunque el proceso es largo, en el que recibe la ayuda de una ortofonista, logra conectarse de alguna manera con su exterior. Con sus hijos y su ex esposa, su padre y su novia se ponen de manifiesto sentimientos que de otra manera no hubieran aflorado como la frustración de no poder tocar a sus hijos, de no poder estar con las mujer amada o conversar normalmente con su padre de 92 años, a quien había afeitado recientemente. Además recibe visitas de gente que no había visto muchos años y se fija en detalles de los cuales estando saludable tal vez no se habría percatado. Le molestan ciertas cosas que en la cotidianidad serían solucionables como impedir que el médico le apague la tele en medio de un partido de fútbol o quitarse una mosca de la punta de la nariz. Eso es la escafandra, no obstante existe su lado contrario simbolizado por la mariposa.

El agua, la libertad, el mar, la madre, atrapado en un traje de buzo y la escafandra en medio de la inmensidad es una de las imágenes grandiosas del largometraje, una metáfora en la poesía en conjunto de Schnabel: no hace falta entender la libertad humana, sino sentir la frustración de no tenerla, de que lo corpóreo haya desaparecido para entrar en un hoyo negro, no hay tiempo ni espacio. Allí, la imaginación es la única compañía, y quizá exacerbada y desenfrenada no sería la misma de existir la ayuda corpórea del lenguaje para poder comunicarla. Paralelamente está la referencia de El conde de Montecristo, cuyos parajes están impresos en la memoria de Bauby y los recuerda como si aquellos ya fuesen parte de sus propias vivencias...."solo tengo la vista y el oído y mi imaginación...".

Creo firmemente que Julian Schnabel plasma con asombro el sentir de Bauby, quien existió en la vida real y murió dos semanas después de la publicación de su libro en 1997. Conjuga una banda sonora de calidad -y muy versátil- así como los parajes del hospital, que representan a la represión y se contraponen a las imágenes de la naturaleza, sin duda la alegoría de la libertad. Recursos usados con maestría y mucha intuición.

La escafandra y la mariposa es una oda a la libertad, el canto sagrado y eterno del hombre a través de las manifestaciones artísticas y quizá la misión a la que este se encuentra encaminado mediante la representación del cuerpo como lo racional y lo material, y del espíritu como la imaginación y la libertad. El alma de Bauby, el idealismo filosófico yuxtapuesto al talento de un escritor, logra crear una obra, que en un inicio, antes de su aplopejía, iba a tratar acerca de la venganza femenina y terminó hablando de su propia condición de una forma estéticamente maravillosa, tan hermosa como la mariposa a la que nos remiten tanto Bauby como Schnabel.

domingo, 11 de mayo de 2008

De la patada china a Prozac Nation


Acabo de congeniar con Elizabeth Wurtzel y su sitial como escritora de la generación X, camisa de franela y happy pill. Hace 120 minutos salí de las que solían ser frenéticas horas de trabajo y que ahora se han convertido en la mayor esclavitud que transforma en una cuadratura absurda a las horas valiosas de mi existencia. Estoy más ciega y tengo conjuntivitis, 1.75 en el ojo derecho y 1.50 en el izquierdo, todo por leer 15 páginas de siete módulos de un medio famoso aquí, sobre todo por su mediocridad, qué ironía.

Wurtzel, una escuálida fanática de Bruce Springteen, ha copado los momentos vacíos de una diversa sala de redacción, destacada más por su parquedad que por una competencia, común en otras redacciones a las que he entrado en donde brillantes intelectuales se dan de quiños por ocupar un puesto como el de redactor de la sección cultura. Wurtzel fue periodista de una sección de artes, light sobremanera, la mayor fortaleza de una generación que tiene algo diferente que ofrecer, una lucha por ganarle al día: cepillarse los dientes, peinarse, comprar el lunch, y ser tan infeliz como para cortarse la piel y dejarse cicatrices dignas de verse en una película cuya protagonista es una borderline. Wurtzel, digna también de estar en la contratapa de su propio libro o portada de la revista Seventeen, es la fiel representante de la gringa que ya no se presta a digerir viejos problemas ni siquiera los nuevos, quizá de las generaciones que han vivido de cerca cientos de divorcios, familias disímiles y comodidad en exceso. Bored Generation, generación abúlica, Kids, Smashing Pumpkins…

Prefiero a Wurtzel que cansar los músculos de mis ojos leyendo acerca de la supertendencia de bancos o el Mandato 2 de la Asamblea aquí en mi país, Wurtzel escribiendo sobre sí misma y sus alusiones a la depresión, sus nimiedades, que son la confluencia de la búsqueda de un problema existencial. Desde esos años, los noventa, creo que ha sido eminentemente necesario en los países primermundistas crearse los problemas existenciales para tener de qué quejarse o de qué hablar o no hablar. No obstante, definitivamente leer sobre la vida de alguien resulta mucho más interesante que tratar de corregir los errores de sintaxis de una nota de actualidad, mal escrita, tan mal escrita que lastima los ojos solo de verla a grosso modo.

Lizzy se cortaba la piel en el gimnasio de su colegio, se había ido su padre de la casa; un acontecimiento que ahora podría ser un lugar común en la vida de cualquier personaje de una novela. Desde ese punto el personaje, Lizzy, Elizabeth Wurtzel, Eli, quedará sumida en la búsqueda de un lazo dependiente masculino. Ese es el problema recurrente de las mujeres de la actualidad, los junguianos aseguran que era predecible puesto que la liberación femenina produjo una fragmentación en la vida de pareja, que ya empezó con la madre de la propia Wurtzel.

Me engancha la vida de una neoyorquina inteligente cuyo gustos musicales son los que sobresalen en las conversaciones: The Gogo’s en la boca rosa de una chica criticando el pantalón chicle de una adolescente de los años ochenta, la boca de Elizabeth Wurtzel, que se convirtió en columnista de la Rolling Stone. Envidiable y roquera, y como se encontraba en el país de las maravillas, hizo dinero, pero criticó al gobierno que le dio de comer. Fundamentalista con sus propias ideas, eso sí.

Me parece que era tan delgada porque su único alimento era el Prozac, que es tan exactamente igual a la búsqueda de las bondades del XTC, famoso ya en los ochenta. El eslogan de Wurtzel pregonaba con lágrimas que la vida es una mierda pura y que ella era más mierda por la manera como afrontaba toda la mierda que la vida le proveía.

Veo con tragedia a mis compañeros de trabajo, los que pronto ya no serán, que con desfachatez demuestran sus fortalezas y esconden las mismas frustraciones que yo siento pero que debo eliminar como vísceras escupidas por mi boca. A lo mejor el trabajo sí es el matadero, como se refería el personaje que alude al violador Camargo Barbosa, en la nouvelle El Secreto de Xavier Vásconez, al trabajo que le tocó desempeñar alguna vez en su vida, encima en un ministerio público. El matadero, donde día a día debes luchar y tener trinchera para no ser bombardeado por las propias equivocaciones que muchas veces ocurren por falta de motivación. Allí matas poco a poco un espíritu ávido de crecer pero es ahí donde demuestras el carro último modelo o tu culito bien parado.

Somos un trabajo. La mayoría somos lo que “hacemos en la vida” y si abruptamente dejamos de hacerlo, nuestra vida deja de ser vida. Es el espíritu racional de la época en la que el amor ha perdido su lugar. El amor se ha inferiorizado. ¡Primero ten tu carrera y tu dinero, cásate establemente!, rezan los consejos de quienes, como borregos, forman parte de los seguidores de la presunta racionalidad. Y así les veo y hasta siento pena de mí por no poder compartir sus mismos enfoques, por frustrarme de estar encerrada en un solo lugar a merced de las órdenes de unos cuantos déspotas tontos vivos que se creen la gran caca, y desesperada por ver a mi novio para tener unas “horitas de amor”. Wurtzel se hubiera tirado de los pelos en “esta” redacción, ella es tanto más desenfrenada que una misma.

Entro al baño de luz de neón, lo que resalta aún más las ojeras de una dormida a las 4 de la mañana de un domingo y supuestamente dispuesta a levantarse con energías para trabajar en el domingo que se celebra el Día de la Madre en el mundo. Mis ojos están como inyectados de sangre, con una conjuntivitis que quise curar comprando garamicina en la farmacia de la vuelta de mi casa, qué espantosa estoy y sin embargo satisfecha de que exista Wurtzel para consuelo mío y de las mías, y de que una tenga aún el libre albedrío de renunciar a un trabajo ya que no le afectará a nadie más que a mí. Trabajaré en pijama, lo juro, con el jugo de naranja, aroma de café y gato sentado en las piernas.

“My depression did not occur in a vacumm, nor did it eradicate my urge and desire to get better if there was an earthly way to do so. As my mind seemed to slow-drip out of control, I was still able to contain some of the loss, to make use of the geeky A- student discipline I had cultivated over the years. I kept it all within the realm of something happening to a girl who still manages to wear designer jeans, who is still interested in applying purple mascara and turquoise eyeliner before leaving the house in the morning…”

jueves, 24 de abril de 2008

Rezo contigo para que no nos quemen en la hoguera


La panacea de la belleza aletea en los bigotes de mi gato, el misterioso félido nocturno. Contornea su cuerpo en la pasarela de la vida reclamando el alma que le arrebató el ser humano, con una oreja parecida a una hoja seca cuyo contorno se ha rayado al igual que un pergamino. Te veo como una esfinge adorando el sol de cada mañana con la pupila contraída y los bigotes levantados esperando llenarte de energía para frotarte en mis piernas y que tus ojos se llenen de lágrimas. Es pasional el amor que siento por ti.

Tu indiferencia converge en mi sensibilidad y ahuyenta fantasmas que mi lado humano deja entrar debajo de las sábanas verdes. Un ángel-demonio habita en tus adentros y te conduce al trono que la naturaleza ha levantado para ti, para que el hombre te rinda pleitesía y se hinque ante la divinidad de tu imagen. Rezo contigo para que no nos torturen los injustos.

Existe un dios en cada gato, lo exaltan sus pupilas de luna y su sublime presencia solitaria. Es el dios del silencio, la deidad de mi melancolía, el arcángel de la fortaleza. Traza un camino y te perseguiré para que nadie nos oiga y siga nuestros secretos pasos alejados de la Gran Noche histórica. Sigues perteneciendo al Medioevo, la humanidad entera te teme. Generas un gran odio y a la vez levantas grandes pasiones, pero tú te mueves con la señal de la indiferencia hacia lo burdo del universo.

Caminas junto a una bruja cuidándola de sus angustias noctámbulas como un cuervo en las ramas de un olmo viejo. El suelo está ardiendo y tú simplemente vas con tiento; precavido ante la celeridad mundana. Digieres mis dolores con la víscera gatuna y en un delicado ronroneo tus ojos se convierten en el bálsamo de mis heridas. Rezo contigo para que no nos quemen en la hoguera.

domingo, 20 de abril de 2008

Morgana y la muerte


Morgana, la mujer de fuego, junta tus manos por los chicos que murieron contigo y sigue viviendo la logia con aquellos, los de la minoría, los especiales, un poco de mártires, un poco de inocentes. Tú solo buscabas el amor, pero quizá por tu honor hacia la muerte te juntaste con ella. Déjalos ir contigo en paz.


Sentada en sus huesudas piernas, “Morgana” le dijo a Damián que quería quedarse con él esa noche en su habitación. Deseaba solamente dormir junto a su cuerpo aunque no tuvieran sexo. Morgana buscaba de forma ansiosa y desesperada el amor, por tal razón esta chica de ojos delineados con lápiz negro había tenido tantas historias como para agotar incesantes noches de bohemia.
No la conocieron por su nombre verdadero, Verónica Yépez Salazar, quiteña, vecina de la Villaflora, 23 años, estudiante de Odontología de la Universidad Central. Lacónicamente Morgana en su grupo de vecinos, en el colegio, en los conciertos, en la facultad… Era una adepta del movimiento gótico, tan underground y minoritario en este Quito franciscano que parecería que se tratara de una logia satánica de guambras culicagados que practican la ouija.

Se sentó en las piernas de Damián, la dureza de sus huesos era una especie de protección para una mujer solitaria que alcanzaba a balbucear que no la dejaran sola. Las palabras salían de su aliento a vino de cartón y tabaco, quizá Damián adivinó la marca del último perfume de Yanbal en su cuello. “Eres lo más intenso que me ha sucedido, no me dejes ir sola Damián”, le decía, mientras una banda blackera se presentaba en un escenario improvisado de Vampiria, un bar al sur.

Era una costumbre eso de ir buscando amantes, como si el mundo se le fuera a terminar o quizá se fuera a morir de soledad. Para Morgana, sentirse a amada era como instinto de supervivencia y ella aspiraba a vivir tan largo como fuese posible.
Damián se quedó con ella esa noche a pesar de que las notas de ese perfume le quitaban el sueño. Efectivamente no hicieron el amor. Lo habían hecho antes y se sentía un poco enganchado, pero cómo no iba a querer a esa señorita de ojos grandes y pelo largo, quiteñísima, de estatura baja, y pluta. Sí, leía a Lovecraft, Mary Shelley, Bram Stoker, se pintaba la cabellera de negro azabache y se confeccionaba ella misma sus atuendos, al no encontrar muchas opciones para su estilo en este Quito de facha más bien tradicional. Incluso Morgana había asistido a un desfile de modas en el Vampiria y había adquirido recientemente un corsé de varillas diseñado por Mónica Quimbiulco, graduada en la UTE.

Al contrario de lo que lo gótico evoca, Morgana casi no lloraba, se embrutecía de alcohol para alcanzar su permanente hiperactividad. Sus conciertos favoritos constituian los tributos, el último al que había ido era el de Christian Death y la discografía del grupo que estaba descubriendo, Cocteau Twins, la obtuvo de la Internet. Así se conectaba con el nublado mundo dark de Londres. Quito y Londres se parecen, una apacible melancolía de lo anglo-andino se fusiona de esta manera. Esa lenta introversión vacua que no nos deja ser del todo felices y el eterno suspiro que huele a muerte. No queda nada más que embriagarse en una cantina y escribir poemas góticos, ser un vampiro de la noche y vestirse de negro.

No obstante, cuando Damián la dejó, Morgana se ahogó en un valle de lágrimas haciendo a honor a nombres como Lacrimosa o De lacrimas profundere, nunca había sentido tan de cerca el hecho de ser una chica gótica, se había lacerado la piel con un estilete y dejó de asistir a clases. Era como si debiera hacer un duelo y un funeral para despedirse de su amado a quien había jurado amor eterno en un concierto de minorías, a donde muchos asistentes van a tomar fotos para mostrar el lado exótico del rock quiteño.

Decidió seguir delante de una manera u otra, como lo exige la naturaleza del ser humano. “Ya no quiero saber nada”, se dijo para sí y se rasuró las piernas. Después fue a la computadora para ver la agenda de conciertos en tocadas.com, allí se enteró de que había uno gótico al sur de Quito. Pensó que este podría ser otro chance para conocer a alguien más en su desesperada búsqueda de amor.

Ese día, Quito, en el frío mes de abril, amaneció soleado, el silbido de los vientos de verano podía escucharse en algunos lugares en medio de la fuerza poderosa de las montañas que acompañan el sino de sus habitantes. Casi toda la ciudad estaba preparándose para ir a ver Riders on the Storm con los ex integrantes de The Doors. Unos pocos jóvenes como Morgana, los verdaderamente góticos de corazón, fueron al concierto en Factory, un local donde usualmente se hacían matinés para adolescentes.

Morgana se arregló como mejor pudo, se planchó perfectamente el cabello, había mandado a cambiar las tapas de sus zapatos, se hizo una mascarilla de aguacate, se puso rímel, por supuesto se delineó los ojos y se roció un splash con olor a algodón de azúcar. Se puso lip gloss en los labios y salió. Llegó puntual. A cada muchacho que veía pasar le hacía un zoom. Algunos conocidos le dirigían la palabra, pero no había nadie que le gustara mucho. Esperaba emborracharse pronto como si de verdad el alcohol se tratara de un embellecedor. “Solo así podré agarrarme a alguien”, pensó.

Entró al local y se paró justo al frente de la tarima para observar más de cerca a los músicos, pensó que alguno de ellos podría ser el acertado. Se cogía del pelo y de vez en cuando encendía un cigarrillo o compraba un vaso de cerveza, su falda se había enganchado a una de las esquinas de unos parlantes y se había roto por lo que tapaba disimuladamente cuando podía el hoyito para que no se le viera la piel de su cadera.

Quito estaba como siempre. La gente salía del patio de comidas del Recreo por centenas, había muchos deportistas en La Carolina y el mercado de San Roque también estaba abarrotado. De vez en cuando caían gotitas de lluvia a pesar del sol que hacía, como para recordar el extraño y loco clima de esta ciudad andina. Eran las 3 y 30 de la tarde.

Ante los ojos de Morgana una flama se formó en el techo del recinto. Lo primero que pensó era que la llama era parte del espectáculo, pero también miró caras de horror, no pudo correr. En segundos todo era llamas y humo. Una tragedia.

Morgana no aparece, en su búsqueda, en su desesperada búsqueda, halló el confort que le traían los conciertos góticos y de doom. Pensó que este iba a ser especial, el final, el que la iba a llevar por fin a un mejor estadio en su corta vida. Muchos murieron junto a ella, catorce historias más, como una escena de esos relatos trágicos que leía. Esta muerte nos deja heridos a algunos, como si fuera una advertencia que se va transformando en culpa.
Tres días de duelo nacional.

jueves, 17 de abril de 2008

Don Juan Malthus, la ficción flower power

Ayer me enteré que Don Juan nunca existió. El hecho de que su nombre haya quedado en entredicho dio pie para que ya no creyera más en él y en las enseñanzas yaquis que deben haber enganchado a millones de hippies y neohippies. Fue una decepción. Y claro poner en duda la Tensegridad (un tipo de movimiento corporal que no fue sacado de los pelos) fue uno de los factores que me hicieron reflexionar sobre los orígenes, y este es solo uno de los cientos de factores que han desencadenado la duda. Los movimientos corporales de la Tensegridad provienen del kung fu y del karate (kata y kumite) ¿qué conexión histórica tendrían con los naguales? ¿Existieron los naguales o aparecen con las llamaradas de las velas? Ideas de un espacio geógrafico, pensamientos de los indios navajos, un sincretismo irracional para elaborar una historia fantástica de la literatura.

Don Juan no es más que un puctum enlazado a nuestros seres infantiles, la idea de que algo existe más allá de un mundo real muy aburrido. Carlos Castañeda lo dibujó y me convenció de que los movimientos corporales realmente nos llevan a otros estados espirituales. Lo peor de todo, o lo mejor, es que pudiera ser cierto, pero ¿cómo comprobarlo? Lo cuasi percibí con la técnica contemporánea de la danza en la utilización del centro del cuerpo como energía vital del movimiento, solo lo percibí, pero no lo asimilé, fue puro sexo, no cerebro. No obstante, esto no cambia que Castañeda haya engatusado al mundo, especialmente a aquellos que lo miran con la nariz de la intuición. Entonces, Castañeda para mí se convierte en el maniqueísta de la contracultura, engañada por las falacias de lo new age en boca de los científicos y racionales.

Pensé que en mi gato habitaba el ánima de algo que otrora fue un ser humano y escapaba de la maldad de los conquistadores del Nuevo Mundo. El nagual huía de la perversidad de quienes les arrebataron la vida a los nativos del desierto de Sonora en aras de la colonización. Y me creí. Como se lo creyó Timothy Leary al pregonar que lo que avizoraba la filosofía flower power era una especie de liberación espiritual. Buscaron a Don Juan Malthus pero nunca apareció ni aparecerá. Es solo un sueño, un esperpento en la mente de quienes buscan algo más.

Peor que no haber existido, la idea de Don Juan muere en mis adentros (murió hace un par de décadas como estudio de la antropología) como un posible gurú de los eternos buscadores. Seguía sus pisadas de alguna forma en la emoción de sus palabras. Y es precisamente eso y nada más: la emoción de sus palabras, ergo, una literatura asombrosa, best-selling en los sesenta, en las manos de Joan Baez.

Don Juan se reencarna en un personaje de ficción, en una idea, en un doppelganger danzando alrededor de un saguaro. La invención fue lo importante: el mundo construye cientos de dioses a quienes ofrendar lo que no tiene respuestas. Don Juan fue como dios en posición de loto sobre un rompecabezas de palabras y un cubo de rubik a quien se le rememoró en las oraciones de los outsiders de los sesenta. Hoy te coloco en tu féretro y te entierro en el cementerio de la historia del mundo. El dios es la esencia del verborrea de la humanidad, alumbrada por el talento de un embustero y esteta...los gatos, gatos son.

domingo, 13 de abril de 2008