martes, 27 de marzo de 2007

Mr. Doctor

Lo único que puedo ver en ti y que me mantiene en vilo son tus profundos ojos de íncubo. Después de todo, el daguerrotipo, que al parecer es de finales del siglo XIX, es en blanco y negro, lo cual acentúa aún más tu mirada.
No sé si eres rubio o tienes los ojos de color verde, o azul o pardo, o mitad verde-mitad café. Deduzcamos, si provienes de Eslovenia, quizá -fuera de ese daguerrotipo “funeralesco”- tus rasgos tendrían que ser eminentemente caucásicos, aunque por esos pómulos que alargan todavía más tu cara, diría que pareces mediterráneo, quizá italiano. En esa imagen solo puedo ver ojos oscuros, piel de tonalidad pálida, manos alargadas y finas, cejas espesas....como el Nosferatu de Bram Stoker,...eso bastaría para construir una imagen física de ti, una especie de vampiro, quizá un dandy del siglo XIX con labios finos y uñas de manicure. Percibo el aleteo de tus fosas nasales, tu corazón está latiendo rápidamente, posees un poco más de adrenalina en la sangre de lo normal, causas miedo, huelo tu violencia desde que admiro tu fotografía hasta que escucho tus composiciones musicales.

Frente de más de cinco dedos, innegable genio o innegable exceso de testosterona, aunque tu sexualidad se ve empañada por tu espíritu demoníaco que ahora explora sentimientos que van más allá de la lujuria. Mr., estás impresionantemente cerca de Eros por tu lazo inmortal con Tánatos. Tu relación con la muerte es más erótica que la carne lasciva del Marqués de Sade junto a Justine, porque explora la siniestra sensación que supera el dolor: el placer de morir.

Imagino tus zapatos de charol, los que no se observan en el daguerrotipo, y que seguramente los tratas de mantener brillando para resaltar tu imagen a la vanguardia de un período inglés, desde la Gran Bretaña de la moda para el mundo. Tienes el porte de los hombres elegantes, el garbo y la sutileza del felino. Sutilmente perverso, incesantemente malo. No podrías ser nada más que un adepto de la moda inglesa oscura de la época de Jack el Destripador con capa y sombrero de copa,que -más que un grito de la moda- ocultan la verdadera personalidad del modelo. Pero ahí estás, esa es tu máscara y con aquella abandonarás mis pensamientos.

Tu quijada casi roza tu pecho, lo noto observando la imagen captada en picada; con esa posición tus ojos logran resaltar hacia el infinito, son el punctum de la fotografía, que equilibran con los botones de traje, un corte inglés masculino de la época victoriana.Tus manos y tu cara son lo único que conozco de ti, un traje de funeral y una capa negra que oculta la corbata de lazo que seguramente llevas puesta en el cuello. Con este aire simbolista me recuerdas a Baudelaire con su existencia, una oda onírica a la muerte a través de sus versos y letanías. Presiento que haz logrado traducir, lo que Baudelaire honraba con letras a la muerte, en notas musicales un canto mortífero para los que entierran a sus muertos.

Eres el cremador de los que escuchamos tus composiciones que han surgido y han ido hacia la nada, ya que la nada es tu identidad. La nada, la naúsea que parte de tu figura y de tu voz de niña, de vieja, de viuda, de enfermo, de ángel y demonio. Eres todos. Ojos misóginos-andróginos.
Dicen que tu obra es una contraposición de fuerzas: el bien y el mal, el cielo y el infierno, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, la materia y la antimateria, lo que está excelentemente traducido en la obra que más admiro de tu oscura trayectoria: Sacrilegium, una composición de ópera rock progresivo de cuarenta y cinco minutos, tiempo en el que se siente a flor de piel una conmoción psicológica perturbante y de terror hacia la muerte, la que puede llegar a ser tan hermosa en tus creaciones.

La muerte cerca de ti posee una belleza sublime.

Permaneces con las piernas cruzadas, una rodilla sobre la otra, y encima tus manos entrelazadas, movimientos delicados se leen en tu figura que en seguida me remiten a un ser calculador, frío y analítico que actúa en películas en blanco y negro. Tu nombre, Mr. Doctor, el mentalizador de Devil Doll.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, mira yo soy fanantico de devil Doll, pero del que está juntando dinero para pagar un viaje a eslovenia e ir en su búsqueda... te felicito por hacer de su obra algo público, aunque hasta cierto punto, bueno, en fin, cuidate y nunca dejes de creer en él.

Paola Calahorrano dijo...

wow, te entiendo....ojalá que cuando lo conozcas sea lo mismo

Anónimo dijo...

Hola. Bueno, a mí también me perturban en varios sentidos las obras de MR. Doctor y sólo quería compartirlo.

Anónimo dijo...

excelente escrito^^

a mr Doctor es un genio!

Salem dijo...

Muy lindo escrito.
NADIE jamas, sera como Mr. Doctor, ojala su magia nunca desaparezca, hasta ahora viene perfecto, nadie debería buscarlo ni encontrarlo, ¿para que? disfrutar su música y entrar en su mente con las melodías, es suficiente, es la magia.
Buenas noches